Wrap-up de junio: Proust, "Juneteenth", idiotas y libros ilustrados

Junio ha venido cargado de variadas lecturas. Eruditas, intelectuales, reivindicativas, irónicas, coloristas y divertidas... Me han gustado mucho mis lecturas de este mes, tanto para evadirse del mundo como para saber que hay más ahí fuera de nuestra cómoda cotidianidad.

En junio acabé con "La Fugitiva" o "Albertina desaparecida" de Marcel Proust, el tomo seis de "En busca del tiempo perdido". Me interesan los libros que se mencionan en pelis que me gustan o en series que sigo y así fue como llegué a este tomo de Proust en concreto. Ha sido un reto, pero me propuse leerlo y lo he conseguido. Ha habido pasajes que no he terminado de entender, quizá porque guardaban relación con tomos anteriores, pero lo esencial de la historia y lo que me interesaba creo que lo he captado y me ha gustado bastante.

Albertina ha desaparecido de la noche a la mañana y nuestro protagonista nos cuenta en primera persona lo que siente tras este descubrimiento. Su amor le ha abandonado y Proust nos describe muy bien los sentimientos y todo el proceso que atraviesa el personaje que se queda atrás. Me ha gustado mucho su reflexión: según va pasando el tiempo, nuestros sentimientos por la persona que una vez amamos y nos dejó van desapareciendo, y al cabo de un año ya nos hemos convertido en otra persona que además, a veces, incluso se extraña de lo que entonces fuimos.

Después de leer "Quiero ser famosa" de Caitlin Moran y "Todo lo que sé sobre el amor" de Dolly Alderton, esperaba algo similar cuando me encontré con "La idiota" de Elif Batuman y leí su sinopsis. No tiene nada que ver, pero eso no significa que me haya decepcionado.

En "La idiota", Selin, una chica americana de origen turco, nos cuenta su día a día en su primer año de universidad, allá por los años 90. Es el comienzo de su camino hacia el ser adulto: sus compañeras de habitación, sus diferentes clases y curiosos compañeros... Pero  no es la típica historia juvenil de instituto americano, sino que todo tiene un tono más intelectual, irónico y con un punto de humor negro a veces. Selin se apunta a materias como "Mundos Construidos" y en su clase de ruso conoce a su mejor amiga, una chica yugoslava llamada Svetlana, y se empieza a fijar en un chico húngaro, Iván. Todo de lo más ecléctico y, como decía, intelectual.

Selin llega a Harvard con la intención de ser escritora. Acostumbrada a vivir a través de los libros, no tiene idea de cómo manejarse en la universidad. Cree que todas las personas son horribles porque te evalúan como competencia nada más conocerte, como si siempre estuvieran esperando a que naufragaras con un ojo en tus pertenencias. "Hay muy poca gente que quiera conocerte en lugar de evaluar si mereces subir al bote".

 Así empieza a entablar una curiosa relación con Iván a través del correo electrónico. Curiosa porque no se tratan en persona, ya que creen que su conversación no estaría a la altura de los diálogos que mantienen por escrito. Pero claro, llega un punto en el que esos emails no son suficientes... 

Y no he podido dejar de leerlo porque tiene un aura que te atrae. Tanto por la forma de ser y reflexiones de Selin, como por la relación que mantiene con estos dos personajes, la viva y charlatana Svetlana y el enigmático Iván que hace que nuestra protagonista se vaya a pasar el verano a Hungría...

A veces me gusta salir de mi zona de confort y buscar lecturas diferentes. Gracias al club de lectura de Caitriona Balfe, actriz protagonista de la Outlander, llegué a este libro de Ta-Nehisi Coates en el que un padre comparte con su hijo su experiencia de vida y le explica que "el sueño americano" no es para ellos porque son negros: "El odio otorga identidad".

Este padre, cuando era joven, vio por televisión las típicas casitas americanas de jardín, garaje y valla blanca y le pareció otro mundo. No tenía nada que ver con el suyo, calles por las que tenía que caminar encogido y evitando ciertas esquinas porque te podían sacar un arma. A partir de aquí, le cuenta a su hijo cómo fue expandiendo sus horizontes, descubriendo las mentiras blancas de la escuela, conociendo la vida universitaria y la de autores negros que hicieron historia pero que la historia curiosamente no recuerda, etc.

Una impresionante reflexión sobre cómo los blancos caminan por el "sueño" como los reyes y justifican el haber pisoteado a otros para llegar hasta ahí y mantener lo que tienen a base de repetirse sus "buenas intenciones". Mientras tanto, los negros viven sabiendo que sólo podrán conseguir determinadas cosas porque sus aspiraciones están limitadas, aunque se esfuercen el doble, y además tienen la amenaza constante de poder morir en cualquier momento porque "eres negro y está justificado, si te matan, algo malo habrás hecho...".

Todo este relato arranca con un caso de violencia policial, tema tristemente de actualidad, y se convierte en un libro que todos deberían leer porque necesitamos perspectiva y más empatía en este mundo. Sin querer restarle el protagonismo que se merece, a veces creo que traza cierta paralelismo con las mujeres y nuestra lucha por la igualdad: sentirnos siempre menos, aspirar sólo a ciertas cosas, trabajar el doble...

Es injusto y triste tener que seguir retratando estas situaciones porque muchas veces no somos conscientes de ellas y estamos muy cómodos desde nuestra posición. Aunque me quedo con algo positivo: el viaje que hace el protagonista a Francia, la primera vez que sale de su "zona conocida", de su país, el cambio que se produce en él y la de posibilidades que se le abren. Busquemos referentes, viajemos, ampliemos nuestra visión para expandir nuestro mundo y entender que no estamos solos. No somos la realiza ni los esclavos de nadie.

Este mes he leído también un par de novelas gráficas y la primera fue "Homo machus" de Javirroyo. Agudas ilustraciones y viñetas sobre el machismo, salpicadas con historias que seguidoras del autor compartieron con él a través de las redes cuando preguntó por situaciones machistas o de abuso que hubieran vivido. La respuesta fue abrumadora y Javirroyo eligió algunas de ellas para ilustrarlas e incluirlas en el libro.

Es inquietante reconocerse en alguna de las historias compartidas... Me quedo con sus geniales viñetas, irónicas, críticas e ingeniosas para denunciar el camino que aún nos queda por recorrer por la igualdad real.

Lorenzo Montatore es el autor de este breve y colorido librito en el que la muerte, cansada de dedicarse a matar gente, se pasea por un pueblo para intentar descubrir qué se siente al estar vivo. Tiene una estética de videojuego de los 90, es muy colorido y esto contrasta con los personajes, tan de pueblo algunos, con los que se cruza la muerte y el lenguaje tan cañí que usan. Una lectura simpática para desconectar y leer en un ratito.

¿Vosotros qué habéis leído?

Yo en julio he estado leyendo "Historia del rock" de Jordi Sierra i Fabra y aventurándome con una nueva lectura en inglés: "Beach Read" de Emily Henry.