"Siempre hay una primera vez", de Dan Santat

 La adolescencia es una etapa difícil. Aunque también es verdad que, cuanto más atrás la vamos dejando, más solemos recordarla con nostalgia, quedándonos con lo bueno. Es lo que tiene la memoria, que es selectiva y así acabamos recordando aquella época hasta con cariño. Y a mi este "Siempre hay una primera vez" me ha recordado tantas cosas bonitas de entonces...

En esta novela gráfica nuestro protagonista, Dan, es un chico de los que prefiere pasar desapercibido en el instituto y que así sus compañeros le dejen tranquilo porque parece que cada cosa que hace es motivo para que se rían de él o lo critiquen. Así que, cuando se presenta la oportunidad de hacer un viaje a Europa con varios de esos compañeros, Dan no está especialmente motivado con el plan. Son sus padres quienes consiguen convencerle para que pueda vivir una experiencia que ellos no tuvieron: salir del pueblecito en el que vive y ver mundo.

Será aquí, recorriendo ciudades como Londres o París junto a sus compañeros, donde Dan, no sólo conocerá Europa, si no que hará su propio viaje de autodescubrimiento. Un viaje lleno de primeras veces porque eso es la adolescencia, la etapa en la que todo es nuevo, emocionante... Y también aterrador porque empiezas a tener independencia y a decidir por ti mismo. Conoces a gente nueva y sus costumbres, lugares en los que todo es diferente, donde pruebas por primera vez una bebida curiosa, descubres lo que es una "fondue", donde te pierdes, haces alguna trastada... Y, por supuesto, también te enamoras y hasta te rompen el corazón.

Todo eso lo vive Dan en estas 300 páginas que nos cuentan su entrañable historia. La de un chico que sale por primera vez al mundo y vuelve con una confianza que no sabía que tenía. Y es muy fácil identificarse con él, con sus experiencias y también con su sufrimiento. ¿No lo hemos pasado todos a esa edad? 

A mi, leer "Siempre hay una primera vez" me ha recordado la primera excursión de verdad con mi clase, cuando por fin duermes fuera de casa; las jerarquías del autobús, donde los más guays iban siempre en la parte de atrás; las risas recorriendo museos; la sensación de libertad cuando te dejaban la tarde libre y podías perderte por ahí, a veces hasta de verdad...

Ha sido una historia muy tierna de leer y también una delicia visual. En mi caso, que dibujo por gusto y me interesa el estilo más "cartoon", he prestado especial atención al diseño de los diferentes personajes, su expresividad, color, interacciones... Aunque si hay algo que destaca especialmente es el detalle de los monumentos que son preciosos, casi escapan de las páginas, y me han hecho volver a aquellas clases de Plástica en las que tenías que dibujar un edificio a plumilla... Claro que a mi nunca me quedaron tan bien. Me ha gustado también mucho la ambientación, las paletas de colores y su uso a veces para diferenciar momentos puntuales de la narrativa. Y, personalmente, la representación de Dan que más me gusta es cuando flota porque capta muy bien lo intensas que son algunas experiencias a esa edad.

Pero, sin duda, lo que termina haciendo que esta novela gráfica sea preciosa es la nota del autor al final. Y es que "Siempre hay una primera vez" son las memorias gráficas de Dan Santat. Él es Dan, este fue su viaje, sus amigos y sus experiencias. Me ha encantado encontrar esa nota final contando un poquito de su proceso para componer esta historia tan personal, pero que a la vez capta algo tan universal como la intensidad de la adolescencia y sus primeras veces. Habría sigo genial conservar un diario visual de aquellos años...

De ahora en adelante, Santat será un ilustrador al que siga la pista porque me ha conquistado con esta historia. Dan Santat es un ilustrador licenciado en el Art Center College of Design con más de un centenar de libros para niños a sus espaldas. Además, multipremiado: en 2015 ganó la Medalla Randolph Caldecott por "Las aventuras de Beekle: el amigo (no) imaginario" y con "Siempre hay una primera vez" ha estado nominado al Premio Eisner, que son los Oscar del mundo del cómic, y se ha llevado el National Book Award, el premio literario más prestigioso de Estados Unidos.

Si tenéis adolescentes en casa, seguro que se reconocen en las páginas de "Siempre hay una primera vez" y disfrutan del viaje de Dan.

Gracias a Babelio y a Maeva Young por el ejemplar.

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