Expandiendo la saga Outlander: 'Lord John y el prisionero escocés'
Diana Gabaldon no se cansa de escribir y yo no me canso de leer sus libros. Aunque estaría bien que se centrase y acabase el libro 9 de la saga Outlander. Por favor.
El último libro que he leído ha sido El prisionero escocés, que está dentro de la saga de Lord John Grey. Lord John es un personaje que me cae bien, pero hasta ahí. No me interesa tanto como para leerme la saga completa que, dicho sea de paso, también empieza a tener una buena cantidad de tomos. Y como no me interesa especialmente, me fui directamente a El prisionero escocés porque es el libro en el que aparece Jamie Fraser, de la saga Outlander.
Si he hecho bien los cálculos, este libro se sitúa 4 años antes de Viajera, el tercer libro de Outlander y me gusta precisamente por eso: porque da más detalles de cómo es la vida de Jamie sin Claire tras la guerra desde su punto de vista, cuando suele ser Claire quien siempre cuenta la historia.
El prisionero escocés arranca con Jamie durmiendo en los establos de Healwater, donde trabaja como mozo de cuadra en libertad bajo palabra gracias a Lord John. Allí, además de ser relativamente libre, ya que no se está muriendo en la cárcel y tampoco ha sido deportado a las colonias como muchos de sus compañeros, Jamie lleva una vida tranquila contemplando en secreto cómo crece su hijo William, el futuro noveno conde de Ellesmere.
Pero su tranquilidad se ve interrumpida cuando Lord John y su hermano Harold requieren la ayuda de Jamie para traducir un viejo poema titulado La Cacería Salvaje que parece escrito en gaélico. El poema aparece entre un puñado de documentos recogidos como prueba de las malas artes de un compañero de regimiento de Lord John llamado Siverly. Las revelaciones del poema provocan que Jamie tenga que acompañar a Lord John a Irlanda para detener a Siverly y someterlo a un juicio de guerra. Y aquí empieza la aventura.
Al viaje se suma un antiguo camarada de Jamie que lucha por reavivar la causa jacobita, mientras que nuestro querido Fraser no quiere ni oír hablar de ella, pero tampoco quiere traicionar a quienes fueron sus compañeros para beneficio de los ingleses, aunque esos ingleses sean los hermanos Grey. Y en esa dicotomía se encuentra el pobre durante todo el libro.
La historia está llena de misterio, de momentos tiernos, también simpáticos y divertidos y de emotivos recuerdos a Claire que siempre está en la mente de Jamie para consolarlo en los momentos de mayor soledad. El prisionero escocés también es una forma de conocer cómo se fue forjando la relación de amistad entre Jamie y Lord John y de descubrir cómo surgieron otras relaciones...
Me ha gustado. Ha sido una lectura ligera, entretenida, que amplía el universo Outlander y me ha dado lo que estaba buscando: acercarme a quién es Jamie sin Claire.
El libro me inspiró este dibujo :) |
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