Málaga es pura música, es Purapasta

El pasado sábado estuve cubriendo el festival Purapasta en Málaga. Sidonie, Niños Mutantes, Fuel Fandango, Aeroplano21, El País Musicano, Kenedy... Vamos, una fiesta llena de música. Y el resultado lo podéis ver ya en Crazyminds:

Sidonie @ Silvia Tinoco

“Esto es Purapasta. Somos Niños Mutantes. Enhorabuena porque tenéis nuevo festival en Málaga”. Los meses de trabajo acabaron anoche en un festival como no se recuerda en la ciudad: dos escenarios, nueve bandas, más de siete horas de música y un público que estuvo a la altura de la convocatoria y que se agolpaba a las puertas de París15 antes de la hora. Estábamos todos impacientes por entrar. Se comentaba que la sala nunca había montado algo así y nos podía la curiosidad: gran escenario al fondo, el escenario 1, y uno más pequeño, el 2, en la cara opuesta y, entre ambos, un mercadillo / exposición con un juego de pequeños sillones –que nadie pensaba en sentarse a esas horas, pero a las 2 de la mañana los ves con otros ojos…–.

El País Musicano, su mejor final
Abrió la noche El País Musicano en su concierto más especial, el de su despedida. Años de carrera tuvieron en el Purapasta su punto y seguido, porque aseguran que seguirán en la música pero, aún así, fue muy emotivo. Los malagueños regalaron a sus habitantes, nombre con el que se conoce a sus fans, un concierto de los de siempre, es decir, con sus temas más conocidos, con su energía habitual, con sus bailes… “No lo sentimos como si fuera el último, eso es lo bueno”, decían, pero el concierto tenía que terminar y no hubo mejor forma de hacerlo que con Tu mejor final. Álvaro, su vocalista, animó al público a acercarse para llenar ese hueco que tímidamente se había dejado frente al escenario. Después lo vimos coger un rollo de papel que parecía una pancarta, casi. Eran varios folios y, en cada uno, una palabra: “Vosotros sois nuestro mejor temazo. Gracias”.


Aeroplano21
Estábamos todavía con la emoción contenida y las lagrimillas asomadas cuando empezó a sonar la música de nuevo. En el escenario 1 estaban ya preparados los chicos de Aeroplano21. Arrancaron con Estereofisticado, tema de su último trabajo, La saga/fuga de H.B., y como fueron los primeros en pisar el gran escenario, también fueron los primeros en sufrir problemas de sonido. “Esperamos que esto no le pase a Sidonie”. Las cosas del directo y que supieron solventar para salir adelante y demostrar en su media hora que son profesionales de los pies a la cabeza. “La batalla no termina hasta que no salga el sol”, como dice su canción, y Aeroplano21 la dio hasta el final.

Mañana
En el escenario 2, los sevillanos Mañana plantaron flores secas en su puesta en escena y floreció buena música. Con Se acabó la rabia bajo el brazo, su segundo trabajo, Mañana vuelve a dejar claro que lo suyo es mezclar lo clásico con lo nuevo, el sonido vintage –que “retro” ya no se lleva– con las atmósferas introspectivas y colocar una armónica entre medias. Parecían tímidos al principio o quizá lo era el público por aquello de desconocer los temas, pero al volver la vista a su primer disco, A ver quién llega antes al fin, aparecieron los fans coreando estribillos. Muy interesantes estos chicos. Prestadles un par de oídos.

Niños Mutantes
“Estreno mundial” era el imaginario letrero de luces de neón que traía el concierto de Niños Mutantes. Con Náufragos recién salido del horno, Málaga era el primer puerto en el que atracaban los de Granada. “Este tema se llama El Miedo, que es como nos sentimos nosotros hoy”. Pero ni miedo ni nada, el desembarco estuvo a la altura. Tras el Where is my mind de los Pixies como introducción, empezamos a navegar con Caerán los bancos y Empezar de cero. Nos alzamos cual piratas en batalla ante la pregunta de “¿Quién tiene trabajo? ¿Pero un trabajo fijo o un trabajo de mierda?” Pues, ante la inestabilidad laboral, La Puerta. Cuando sonaron Náufragos, Las noches de insomnio y Hundir la flota, París15 era una fiesta. Pero la euforia se desató con Errante, “para que la cantéis, para vivirla”. Pasada ya la media noche hubo tiempo para dedicar canciones de amor a las canciones de amor, para corear aquello de Te favorece tanto estar callada, para gritar un Quiéreme como soy o para echar la vista atrás a la impresionante carrera de la banda con Veneno-polen. Nuestra travesía por mares mutantes terminó con La Voz. “Te quedará la voz para cantar”, sí y también una marea de aplausos. Quién pudiera enrolarse con Niños Mutantes, formar parte de su tripulación y acompañarlos en este viaje. La gira Náufragos ha comenzado…

Kenedy
Aquí una servidora tenía unas ganas locas de ver a Kenedy en directo, lo tengo que reconocer. Había escuchado su EP homónimo en Spotify y estaba motivada con semejante descubrimiento. Además, Again & Again, tema que adelantaron sobre su segundo trabajo en Facebook, no hacía más que reafirmar mi opinión: estos chicos prometen. Lo demostraron muy bien sobre el escenario 2 aunque, como reconoció su cantante, les hubiera gustado explayarse y hablar más. No hizo falta, su música habló por ellos: fuerza, sentimiento, notas envolventes… En mayo volverán por aquí, avisados estáis.

Sidonie
El último tema de Kenedy lo tuve que escuchar desde la primera fila del escenario 1. Le tocaba el turno a Sidonie y se notaba: había que empezar a “pelearse” por un buen sitio. Y es que el trío no se prodiga mucho por el sur, ya lo dijo Marc: “For the first time in Málaga, city of Pablo Picasso”. Y una reconoce que es más seguidora de Niños Mutantes, pero lo que hacen estos señores sobre el escenario es para aplaudir y mucho. Llegaron con el Alma de goma y no tardaron en recuperar algunos clásicos de su repertorio. Nos quedamos Fascinado(s), dimos un paseo por El Bosque y recorrimos La Costa Azul, aunque con algún pequeño “tropezón”: “Un momento, un momento Málaga. Es “tus huesos son un arrecife de cristal”, no de coral”. También tuvimos algún problemita, en este caso con el ritmo, con El Giraluna, pero es que tener a Marc cantándola a cappella paseándose entre el público sobre un carrito pone nervioso a cualquiera. Nadie se esperaba semejante aparición, no sabíamos hacia dónde mirar hasta que oímos un “Estoy aquí, Málaga”. “Pero si hay una canción que explica bien por qué estamos aquí hoy es Bajo un cielo azul de papel celofán“.

Lo de Sidonie es un auténtico show. Acompañados por David T. Guinzo, alias Tuya y habitual de CatPeople, nos hicieron saltar, cantar, bailar y gritar “guapos” a partes iguales. Pudimos escuchar la voz de Jesús, el bajista, en La Huida y fuimos testigos de la habilidad de Axel para tocar la batería de pie sobre el bombo. A Marc se le resistió la guitarra acústica, que no sonaba, y se le rompió una cuerda de la eléctrica, pero se nos olvidó todo cuando empezó a cantar Another one bites the dust, clásico de Freeddy Mercury que sirvió de introducción para On the sofá. Aroma a despedida tenía aquello… y menos mal que hubo bises porque Málaga estaba entregada a sus guitarras, a su energía y autenticidad. Nuestro baile del viernes acabó en El incendio y Sidonie salió por la puerta grande.

La Cena
Llegamos a la revelación del 2012, los malagueños La Cena. Menú de indie pop cálido de cuidada instrumentación y voces claras. Algo tienen estos chicos, está claro. Nos dieron un pequeño aperitivo hace unos días en su presentación en FNAC y nos dejaron un buen sabor de boca. Ahora, en pleno escenario 2 del Purapasta, estaban dispuestos a desgranar sus Historias al revés y conquistar al público. Cualquiera diría que les hace falta porque sus fans no faltaron en las primeras filas a pesar de que el cansancio empezaba a hacer mella. Imposible encontrar un hueco ahora en los sillones para sentarse dos minutos.

Fuel Fandango
Fuel Fandango @ Silvia Tinoco
Fuel Fandango supuso para ésta que escribe toda una revelación. Cuando los descubrí en su día se me resistían esos toques electrónicos, pero el directo me ha conquistado. El trío hizo florecer el escenario 1 con sus características rosas y puso a la sala en pie cuando eran ya las 3 de la madrugada. Inevitables son las influencias de Mojo Project, proyecto del que formó parte su guitarrista, pero su fusión de electrónica, rock, soul y flamenco no tiene precedente. Una propuesta original que en Málaga ha calado hondo: sus fans, abanico en mano, se sabían todos los temas y no dejaban de animar a su vocalista con “oles” y “guapa”. Nita es un mundo a parte: joven, con una cuidada imagen y una presencia escénica arrolladora, tiene una voz que te deja con la boca abierta, ya cante en inglés, en español, con toques rockeros o con aires flamencos. Monkey, Talking, The EngineFuel Fandango nos tenía conquistados hasta que, cerca ya del final, saltó todo, absolutamente todo: París15 se quedó totalmente a oscuras y sin sonido. Tantas horas pasaron factura a la tecnología, pero el ánimo del público no decayó. Pacientes esperamos a que el concierto pudiera continuar unos minutos después. Nita consiguió enseguida volver a caldear el ambiente con un “No ha pasao ná”. Después, con la euforia ya recuperada, como todos sabemos ya “el concierto no termina hasta que no estamos todos abajo” y todos agachados, “aunque siempre hay alguno que te desafía, ¡agáchate!”. Cuando llegó el subidón y el confeti se desataron los aplausos. Esperamos que vuelvan pronto.

Haddonfield
Haddonfield tenía el difícil reto de cerrar el escenario 2 a las 4 de la madrugada, cuando buena parte del público se había marchado ya. Sin embargo, los más fiesteros no se perdieron el directo de estos malagueños, ganadores del concurso Purapasta junto a Aeroplano21. “Había que tocar hoy por cojones”, decían. La energía de estos chicos despertó a más de uno y su espectáculo también. La sorpresa nos la llevamos al ver a Álvaro, vocalista de El País Musicano, sobre el escenario como un integrante más de la banda. Claro que no fue la única: el Vengador Purapastero también se dejó ver por allí. Lo que nos faltaba para cerrar la noche.

Y que vengan muchas más como ésta. Larga vida al Purapasta.


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Crónica y fotos de Silvia Tinoco para Crazyminds






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