Los mejores libros que leí entre enero y marzo

En realidad son todos los libros que leí entre enero y marzo. Sería el título exacto. No hago reseña de todos los libros que leo porque, aunque no leo toneladas de libros al mes cual booktuber, no me da la vida para estar todo el día haciendo reseñas. Pero sí que me apetecía reunir aquí mis lecturas de este primer trimestre porque todas se merecen unas líneas.


ENERO

Anne Jacobs


Empecé el año terminando libros. El primer libro de Las crónicas de Shannara de Terry Brooks abrió la veda. Sabía que la serie de televisión estaba inspirada en el segundo libro, pero yo tenía curiosidad por ver de dónde venía todo... y me fui al primero: La espada de Shannara. Hace poco he sabido que Spike TV ha cancelado la serie. Basta que yo me enganche para... En fin.

Stoner llevaba mucho tiempo en mi lista de pendientes, así que empecé a leerlo a finales de año por aquello de "cerrar etapas" supongo. Esta novela nos cuenta la vida de Stoner, un chico de campo al que sus padres mandan a la universidad para que estudie las modernidades agrarias y vuelva para aplicarlas en la granja. Lo que pasa es que Stoner se enamora de la universidad, especialmente de las clases de literatura, y no vuelve a casa: se convierte en profesor, se enamora, tiene familia... Es una de esas historias que llaman "de personajes" porque en realidad no pasa nada, se nos cuenta su vida y aprendes tus cositas y sacas tus propias reflexiones a partir de ella.

Por Edición Anticipada me llegó La villa de la telas, cuya reseña podéis leer aquí. Suelo inclinarme más por la novela contemporánea, pero como a veces tenemos que salir de nuestra zona de confort, con la idea de leer algo diferentes tiré por la histórica y resultó ser una lectura bastante entretenida.


FEBRERO

Ada Lovelace


Febrero lo empecé con Cosas raras que se oyen en las librerías y me reí un montón. Es un recopilatorio de anécdotas curiosas –algunas surrealistas– que viven en su día a día libreros de Inglaterra y Escocia, aunque al final se añaden algunas historias ocurridas en España. Si os gustan los libros y todo lo relacionado con ellos, es una lectura con la que pasar un buen rato y además se lee rápidamente.

Este mes, desde Oh Libro nos plantearon el reto de leer un libro de relatos y yo elegí Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes porque le tenía muchísimas ganas. Con unas ilustraciones preciosas, el libro me ha encantado. Es una pena, como dicen, que no se incluya ninguna española. También se critica el poco texto que se dedica a cada una, que no da para profundizar, pero yo lo veo como un libro infantil, es decir, dirigido a niños que por lo general tienen poca capacidad de atención y este me parece un buen formato para acercarse a estas historias. Los adultos ya podremos profundizar por nuestra cuenta después.

Cerré febrero con Matemáticas para las hadas. Sabía lo mínimo sobre Ada Lovelace, la matemática, y después de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes me apetecía seguir leyendo sobre grandes mujeres de la historia. Lo que no esperaba es que me gustase tanto este libro. Reseña completa por aquí.


MARZO

Victoria Álvarez


En marzo empecé a recurrir a los libros que me trajeron los Reyes Magos. En este caso, La ciudad de las sombras de Victoria Álvarez. A pesar de lo mucho que me enamoró su edición tan preciosa, tenía un miedo con este libro: que resultase demasiado juvenil para mi. Y ha sido un poco así porque hay ciertas cosas que he visto venir, pero también me ha entretenido y me ha encantado su ambientación. La reseña la tenéis aquí.

Me encanta la literatura japonesa o ambientada en Japón. Siempre tengo la sensación de que sus historias son sencillas, elegantes y me transmiten serenidad. Hozuki, la librería de Mitsuko tiene todos estos ingredientes. Tras una novela corta y aparentemente sencilla se nos plantea lo que una madre está dispuesta a hacer por su hijo mientras juega con la dualidad del idioma.

No leía a Ray Loriga desde que en 2011 empecé con Tokyo ya no nos quiere. Leí una vista previa de Rendición en el catálogo digital de las bibliotecas de Andalucía y decidí que sería el siguiente en mi lista porque no podía parar de leer. Había olvidado lo que me gusta la forma de escribir de este hombre. Rendición es una original e inquietante metáfora –o quizás distopía sería más acertado– de la sociedad: ¿Qué pasaría si fuésemos una sociedad transparente? Una donde vemos constantemente lo que hacen los demás, nadie tiene nada que esconder y las decisiones son cosa de todos. Loriga nos invita a reflexionar sobre el poder, la manipulación, la obediencia, los extremos... Muy interesante.

El atelier de los deseos me enganchó en cuanto empecé a meterme en la historia. Cuando llevaba un tercio de la novela, pillé las vacaciones de Semana Santa, pasé una mañana leyendo y lo acabé. Mi primera impresión es que es una especie de El diablo viste de Prada pero en París. Una historia sencilla y entretenida como las comedias románticas que te recuerda que nunca es tarde para perseguir tu sueño.

Mi dieta ya no cojea me tocó a través de Babelio para reseña. Como su antecesor, el nuevo libro de Aitor Sánchez nos hace entretenida y didáctica la información divulgativa. Además, cumple lo que promete: nos da una guía práctica que podemos seguir para empezar a llevar una dieta más saludable. En sus diez capítulos repasa desde nuestro entorno más cercano, nuestra casa, hasta las salidas con amigos a comer fuera y los retos de cada uno de estos escenarios nos plantean. Aquí tenéis la reseña.


¿Y ahora qué?


En mi lista de lo que quiero leer este próximo trimestre está otro de mis regalos de Navidad, El amor dura tres años. Con el que he empezado ya es con el reto de abril de OhLibro! que está dedicado a literatura fantástica y yo me voy a lanzar con El nombre del viento de Patrick Rothfuss.

Con la debilidad que tengo por los libros sobre libros, también me encantaría leer Una librería con magia y Una lectora nada común, sobre el descubrimiento que hace de los libros la reina Isabel II. También tengo curiosidad por El tiempo regalado, un ensayo sobre la espera. Pero el tiempo dirá... Tampoco os lo voy a revelar todo, ¿no?




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