"Origami: El experimento de metaficción" de Antonio San Lorenzo

 “Una historia para comprenderlas a todas”, reza la contraportada. “Origami: El experimento de metaficción”, de Antonio San Lorenzo, es exactamente eso: Una novela que te descubre cuáles son los mimbres básicos con los que se construye una historia.

Origami, novela de Antonio San Lorenzo

Partiendo de la clásica estructura de planteamiento, nudo y desenlace, en capítulos de una página, la novela te va mostrando su estructura, a la vez que se va desarrollando la historia. La de una superestrella de Hollywood, un guionista, un productor y un científico que se han visto atrapados en el negro escenario de un guión sin escribir.

Es un interesante ejercicio en el que le vas viendo las costuras a la novela mientras la vas leyendo: Capítulo 1: el inicio, capítulo 2: los personajes, capítulo 3: el escenario, la sinopsis, el reparto, el conflicto… Y me ha gustado el concepto que se despliega tras la elección del título, este “Origami”, porque, como una figura de papel japonés llena de pliegues, la novela se va doblando y desdoblando, mostrándote su continente y su contenido.

Aunque no sé si este último me falla un poquito. El experimento de metaficción me gusta, pero creo que la historia en sí se me queda algo floja. Es cierto que tiene un fondo de reflexión metafísica también interesante, porque los personajes se plantean cuestiones como la percepción, el destino y el libre albedrío.

Atrapados en la oscuridad tienen que plantearse qué está pasando, experimentar con los límites, preguntarse qué ocurrirá si la historia termina olvidada en un cajón… Y, mientras tanto, van cambiando sus roles y dinámicas y el lector va conociendo cómo se escribe una historia, desde su “preproducción” en este caso, hasta el marketing.

Aún así, he sentido que le faltaba algo. A veces parecía que era la narrativa; otras, quizá las descripciones o puede que la voz de los personajes. Y no es que el autor carezca de esas habilidades porque ves cómo las pone en práctica llegado el momento. Así que me pregunto si quizás se ha visto un poquito constreñido por este experimento de metaficción.


 “Este lugar lo ha puesto todo patas arriba. Ahora mi doctrina es la escritura, donde cada una de las acciones puede variar el rumbo de la historia, el único momento de libre albedrío de conoceremos y que podría ser este. Pero, admitiendo la posibilidad de que estemos en la película, aceptamos, por lo tanto, que el tiempo en el que todo ocurre por primera vez quizá pertenece al pasado, que la historia y nuestro destino quizá estén cerrados y que nada de lo que intentásemos cambiaría ni la más mínima escena”.


Peeero… Tengo debilidad por los libros que se adentran en las tripas de la escritura, así que valoro mucho que Antonio San Lorenzo se atreva a explorar así su interior, llegando a tocar cuestiones relacionadas con el funcionamiento de la industria del cine, y ofrecernos este experimento que, si bien puede que no sea una lectura para todo el mundo, es una propuesta diferente e interesante.

Además, spoiler!: Me encantó el final circular. Acabé leyendo de nuevo los primeros capítulos y dándole vueltas a si finalmente las personas atrapadas eran sólo personajes y, como tal, si sólo viven mientras los leemos y están condenados a repetir la historia tal cual está escrita... y ellos nunca lo sabrán

Gracias a Babelio por el ejemplar, también al autor y a la librería Clemente.



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"Origami: El experimento de metaficción" de Antonio San Lorenzo está editado por Caligrama. La edición es en tapa blanda con solapas, su tamaño es de 152×228 cm y tiene 250 páginas. 







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