Supersubmarina trae a Málaga una nueva dosis de Electroviral

Sala Vivero, Málaga. Viernes, 15 de abril de 2011.

Silvia Tinoco ©

Los chicos de Supersubmarina le tienen un cariño especial a Málaga y la ciudad también se lo tiene a ellos. El acústico que ofrecieron en FNAC el 6 de abril dejó patente este cariño mutuo, pero el concierto del pasado viernes en la Sala Vivero fue la muestra definitiva: más de 600 personas reunidas en un mismo espacio para ver en directo a la banda de Baeza. En lo que llevamos de esta temporada primaveral de conciertos Wild Weekend no se había visto nada igual.

La noche empezó de la mano de los malagueños D7 que, a pesar de tener que estar esa misma noche actuando como finalistas del Costapop Express 2011, no rechazaron la oportunidad de telonear a José "Chino" y compañía. De forma breve pero intensa el grupo presentó su último trabajo, Tocado y hundido, y se marchó al Costapop con toda la suerte de la sala. Momento de cambiar los instrumentos, pausa que estuvo amenizada por un público que, ya impaciente, tarareaba el Last nite de los Strokes que había pinchado el DJ.

El improvisado karaoke duró poco. De repente empezaron a sonar los primeros acordes de Magia electroviral y, como un impulso Eléctrico, Supersubmarina saltó al escenario de la Sala Vivero entre aplausos y vítores. El cuarteto derrochó energía un tema tras otro y no se dejó ninguno: No es así, Ana, Eres, OCB, Elástica galáctica, Centro de atención, Niebla, Ola de calor... Como adelanto de su próximo Ep, que se publicará previsiblemente en la primera quincena de mayo, pudimos disfrutar de canciones como Destrozar o Katie MacKallister. Con LN Granada se levantaron las manos y con la reivindicativa XXI no había garganta que no gritara el estribillo.

Supersubmarina demostró además que no sólo hacen buena música, también son unos chicos muy cercanos. Comentaron los atributos de Juancho, el bajista, y compartieron con los malagueños una anécdota que traían de casa: en la fiesta de la primavera jienense alguien confundió a Jaime, guitarra, con David Guetta. Ya cerca del final, y después de amenazar con una versión de Ricky Martin, el grupo tuvo tiempo de meter un poco la pata, pero con humor. Y es que Chino confundió La Botica, lugar donde suelen continuar las fiestas Wild Weekend, con La Botellita, y la organización casi lo mata: "Otro día vamos a La Botellita, ¡será por bares!"

Así arrancó la recta final del concierto. Nadie quería que la noche terminara, pero cuando el cantante comenzó a presentar a los miembros del grupo y a agradecer a todos por la buena acogida que habían tenido, no hubo más remedio que hacerse a la idea. Después Supersubmarina y Cientocero cerraron el repertorio. La sala entera vibró con ellos. No hay duda de que Málaga estuvo a la altura. Con semejante recibimiento seguro que la banda no tarda en volver por aquí.

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Información y fotografías de Silvia Tinoco
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