3 formas de detener el tiempo

Haz que cuente

Seguro que tú también has tenido esa sensación de que enero no se acababa nunca y, cuando llega febrero, sin que te des cuenta estamos ya a día 28... ¿Por qué el tiempo vuela de esa manera?  ¿Podemos detenerlo?

El tiempo es lo más valioso que tenemos. No lo podemos reemplazar y una vez que se va... no vuelve. Y aunque vivimos en una sociedad muy cómoda en la que tenemos y podemos hacer de todo, siempre parece que no tenemos tiempo suficiente.

Cuando éramos pequeños nos parecía que esperar dos horas de digestión para bañarnos en verano era un castigo eterno y que la Navidad no llegaba lo suficientemente pronto. Sin embargo, para los que ya somos adultos, parece que el tiempo vuela y los días se convierten rápidamente en semanas, meses, etc, pero luego, esas vacaciones que estamos deseando pillar se acercan a cámara lenta. Esto se debe sencillamente a nuestra percepción. ¿Pero podemos hacer algo para que el tiempo vaya más despacio?

Una teoría de los años 70 llama a esta percepción que tenemos del tiempo "aceleración subjetiva del tiempo según la edad", idea de Robert Lemlich. Este señor decía que nuestra percepción de lo que dura el tiempo va menguando con la edad en proporción al tiempo que ya hemos vivido. Las matemáticas no son lo mío, pero intentaré explicarlo: Un niño de 10 años percibe el paso de un año como un 10% de su vida, mientras que para una persona de 40 ese año representa sólo un 2% de su vida.

Frase de Shakespeare



Afortunadamente no todo se reduce a la edad y hay variables sobre las que podemos influir para cambiar esta percepción acelerada del tiempo:
    Una de estas variables es la novedad. Tenemos que vivir experiencias nuevas, así crearemos recuerdos memorables y esto nos ayudará a romper con la sensación de que todos los días son iguales y el tiempo se nos pasa en un suspiro. Seguro que tienes un montón de recuerdos de tu infancia porque entonces todo nos parecía nuevo, todo era una experiencia y nos daba la sensación de que teníamos todo el tiempo del mundo, ¿verdad? Así lo almacena nuestro cerebro.

    Otra variable son los momentos inspiradores, esos que hacen que dejes de preocuparte por el pasado o el futuro, que te centres en el presente y te den ganas de hacer cosas y comerte el mundo. Esa charla motivadora, ese "comfort show" que te pone de buen humor, ese atardecer tan bonito que has visto hoy... Te ponen los pies en la tierra y te animan a actuar porque de repente hay una energía que te impulsa a comerte el mundo. Seguro que lo has sentido alguna vez.

    Y la tercera variable es acercarte a tus objetivos. Cuando ves que estás logrando lo que te propones, tu percepción del tiempo parece estirarse. Yo recuerdo bien cómo en 2018 me animé a leer mi primera novela íntegramente en inglés y a día de hoy, sólo en 2021 leí 8 ó 9 libros en inglés. Aquella primera novela que leí es como un ancla en mi memoria que marca ese momento como importante y estira mi percepción del tiempo, haciéndome ver lo que he mejorado desde entonces.

Así que ya sabes, como diría DiCaprio: "Haz que cuente" ;)

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