Siempre me ha gustado la Historia del Arte. Recuerdo el día que apareció mi profesor por primera vez en clase. Nos pidió apagar las luces, bajar las persianas y girar nuestras sillas hacia la pared del fondo. Allí proyectó una imagen del cuadro “El matrimonio Arnolfini” y nos cautivó a todos. Bueno, a mi desde luego.
Lo malo es que en el programa no había mujeres artistas. Estudiábamos con la vista puesta en Selectividad, así que íbamos “a piñón fijo”. Y claro, si el tiempo apremia, te quedas en “los grandes clásicos”, donde ellas son las musas, los amores prohibidos o directamente imposibles. Así que, con los años y por mi cuenta, he ido descubriendo el talento femenino oculto en el arte. Hace un par de años por estas fechas, y también gracias a Babelio, cayó en mis manos “La mujer pintada” de Teresa Arijón, que me descubrió a tantas mujeres artistas que no sabía ni por dónde empezar.
Ahí estaba también Suzanne Valadon, por supuesto. Y cuando vi esta nueva oportunidad de Babelio de seguir mi camino de descubrimiento, me lancé a por este librito sobre la artista que edita Archivos Vola este mismo 2024: "Suzanne Valadon - Pintora".
No es un libro para todo el mundo, no es una introducción al universo de Valadon. Yves Bonnat parte ya contando con que el lector sabe de qué está hablando, conocerá las referencias, los nombres… No en vano, él también fue artista.
Así que no ha sido una lectura fácil. Yves Bonnat se dirige al lector como a un igual con el que conversa sobre la vida de la artista, una conversación en la que ambos parten con el mismo conocimiento de su figura. Por lo tanto, puede ser difícil de seguir, pero igualmente me ha parecido una lectura interesante, aunque sea una introducción algo compleja al mundo de Suzanne Valadon.
Y es que al margen de que el libro sea más o menos accesible en su lectura, el esfuerzo inicial merece la pena porque la figura de Valadon es lo importante y ella es de lo más interesante. Fue de todo antes que pintora, hasta que empezó a interesarse por el dibujo y Degas la animó a dedicarse a ello. Lo hizo además de forma autodidacta y se mantuvo siempre independiente, siendo “discípula de nadie”, como dice el libro. Hizo grabados, fue una gran retratista, inmortalizando además a las mujeres de sus amigos, pintó desnudos, bodegones y destacó especialmente por su uso del color.
Así que sí, puede ser difícil “entrar” a este “Suzanne Valadon - Pintora”, pero, una vez que te sumerges en él, te quedas con lo que realmente importa: Que Valadon fue una gran artista y aquí tienes una pequeña ventana en la que disfrutar de su arte. Yo lo he disfrutado mucho, aunque me he quedado con ganas de más!
Un gran detalle es que este librito de menos de 95 páginas es también una pequeña joyita que no sólo te da una visión sobre la carrera de Valadon, incluye imágenes de sus pinturas a color. Cosa que se agradece porque puedes seguir la lectura sin tener que ir echando constantemente mano de internet para saber a qué cuadro se está refiriendo Bonnat. Es un deleite para los sentidos ver los colores tan maravillosos de “La habitación azul” sin salir de sus páginas.
“Y yo soy la mayor enamorada del mundo. Hice mi trabajo con pasión. Y el destino me trató bien”.
Ojalá la Historia del Arte de los programas de Instituto se hubiera acordado de ella, ojalá la hubiera tratado mejor, porque es un gran referente.
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