Seis escritores franceses con los que me enamoré del país


Una amiga me dijo una vez: "Si no fueras de aquí, serías de París". Viendo la simpatía que siento a veces por los autores franceses, a lo mejor tengo que darle la razón. Y ya no sólo en literatura, también en otros ámbitos como el arte, donde uno de mis cuadros favoritos es el "Sol Naciente" de Monet...

Francia ha celebrado esta semana su día grande (14 de julio), así que se me ha ocurrido compartir algunos de mis escritores contemporáneos favoritos. Seguro que os enamoráis del país igual que yo:


Mathias Malzieu


Mathias Malzieu


El nuevo hombre del renacimiento. Ese es Mathias Malzieu, quien lo mismo te escribe un libro que le pone después banda sonora junto a su banda, Dionysos. Le descubrí por "La mecánica del corazón", una maravillosa fantasía con tintes de Tim Burton en la que se nos cuenta la historia de un chico que tiene prohibido enamorarse porque su corazón mecánico no lo soportaría. Pero claro, la chica de sus sueños hace aparición y él se embarca en toda una aventura para conseguir su amor. Hasta con Melies se tropieza por el camino.

Por supuesto, el éxito del libro lo convirtió en película de animación, producida por Luc Besson, y Dionysos le puso banda sonora. El mismo camino ha recorrido su última novela, "Una sirena en París", en cines este verano y con banda sonora creada por Malzieu. Por aquí tenéis una pequeña reseña sobre esta historia que nos habla de recuperar la capacidad de sorprendernos y enamorarnos.

Pero en su bibliografía hay más historias cargadas de magia como "La alargada sombra del amor", segunda parte de "La mecánica del corazón", o "Metamorfosis en el cielo". La única que me queda por leer es "El beso más pequeño". Su libro más personal hasta la fecha es "Diario de un vampiro en pijama", donde habla de la anemia plásica que sufrió en 2013 y cómo tuvo que someterse a un trasplante de médula. 

Ni siquiera entonces perdió su visión fantástica del mundo y eso es lo que me encanta de sus novelas. Construye unas imágenes muy poéticas, líricas, personajes cargados de fantasía que son una metáfora de nuestros miedos y eso le da a sus historias un ambiente de cuento que nunca debería perderse.



Anna Gavalda


Juntos nada más


A Anna Gavalda llegué por casualidad cuando, trasteando en la biblioteca, me llamó la atención "Juntos nada más" y poco a poco he ido leyendo casi todo lo que se ha traducido en España: "La amaba", "Billie", "El consuelo"... Lo suyo es encontrar la belleza en las acciones cotidianas, personajes con sus propios problemas que se encuentran mutuamente, hablar de amor en una lavandería, reconectar con tu hermana en una boda...

"Si acabaras de entrar en una lavandería de mala muerte de la avenida de La Bourdonnais, un 29 de diciembre a las cinco de la tarde y vieras esta silueta bajo la triste luz de los neones, te dirías exactamente esto: ahí va... un ángel..."

"Juntos nada más" y "La sal de la vida" son mis dos novelas favoritas. La primera, que también se convirtió en película con Audrey Tautou como protagonista (foto arriba), es la historia de Camille, una chica con talento artístico que trabaja de limpiadora y malvive en la buhardilla de un edificio. Cuando enferma, un buen vecino la acoge en su casa, pero el compañero de piso y Camille no se llevan nada bien... ¿O sí? Es una novela "feel good" con su encuentro cuco y todo, mientras que "La sal de la vida" reúne a unos hermanos en una boda y es maravillosa la forma que tiene Gavalda de retratar su relación, de revivir sus recuerdos y de hacerlo en tan pocas páginas porque es una novela muy breve.

"A corazón abierto" es lo siguiente que me gustaría leer de ella, una colección de novelas cortas que relatan la vida de gente auténtica.



David Foenkinos


David Foenkinos


David Foenkinos me ganó con "La biblioteca de los libros rechazados" allá por... ¿2011? Un libro sobre libros, situado en Francia y con toques un poquito detectivescos porque de la noche a la mañana triunfa un libro de cuyo autor no se sabe nada. Su novela fue depositada en la biblioteca de los libros rechazados, que es a donde van los autores a abandonar esas novelas rechazadas por editores o que no sienten que sean buenas.

Una joven editora encuentra la novela y queda tan cautivada por ella que decide publicarla. La novela triunfa y el público quiere saberlo todo sobre ella y su autor: ¿Quién es? ¿Existe realmente o es todo una estrategia de marketing?

Por cierto, creo que es cosa de los franceses, pero "La biblioteca de los libros rechazados" también dio el salto a la gran pantalla, aunque en este caso tengo que reconocer que me gustó mucho más el libro, sentí más la emoción de la investigación.

"Una herida psíquica puede sanar mediante la repetición de un gesto mecánico, como si el mero hecho de actuar, aún de manera ridícula, permitiera reinsertarse en la esfera de los seres humanos útiles"

A partir de ahí, seguí leyendo a Foenkinos en "Hacia la belleza" y también en la reciente "Dos Hermanas", aunque nunca he leído "La delicadeza", la más famosa de sus novelas y también película. Me encanta la habilidad que tiene para elegir las palabras perfectas y necesarias para describir sentimientos, sensaciones y situaciones.

En "Hacia la belleza", el protagonista se refugia en la belleza para huir de un hecho traumático, mientras que en "Dos hermanas" encontramos a una mujer que ha perdido todo cuando su relación se rompe inesperadamente, afectando a todas las áreas de su vida poco a poco. Son historias muy diferentes, pero las dos tienen algo que te cautiva y no puedes dejar de leer.



Muriel Barbery


Muriel Barbery


Muriel Barbery me produce sentimientos encontrados porque me conquistó totalmente con sus dos primeras novelas, pero la tercera que leí fue una caída en picado. "La elegancia del erizo", con versión cinematográfica incluida, es una maravillosa novela que plasma la curiosa relación de una niña muy despierta y la portera del edificio en el que vive. Resulta que la señora Michel no es tan simplona como los inquilinos creen y así es como Paloma encuentra en ella a un adulto distinto al resto. 

Es un ejercicio de estilo precioso que se repite en "Rapsodia Gourmet", aunque en este caso la novela está aderezada con un poco de filosofía mientras repasa los recuerdos gastronómicos de un crítico a punto de morir. En cambio, "La vida de los elfos" echa todo esto por tierra. Aunque tuvo cosas que me gustaron, con frases para subrayar y pasajes muy poéticos, me pareció un libro caótico que leí con la sensación constante de que me estaba perdiendo detalles y no me estaba enterando de la mitad.

Es cierto que Muriel Barbery tiene un estilo complejo, escribe de forma poética, florida, que requiere a veces un poquito más de esfuerzo... Pero aquí se pasó de la raya, haciendo que el lector pierda el hilo de la historia. Pero oye, una novela mala –siempre opinión personal– de tres no es una mala media. Las dos novelas restantes las recomiendo encarecidamente porque son una obra de arte.



Patrick Modiano


Patrick Modiano


"En el café de la juventud perdida" fue lo primero que leí de Patrick Modiano, de nuevo, trasteando en la biblioteca. Me pareció un título atractivo, con un aire bohemio, decadente y con el París de los años 60 como escenario. Es un relato nostálgico sobre la juventud, la memoria y la búsqueda de la identidad. A veces es un poco extraño, onírico, y te deja un regusto algo agridulce, pero tiene un encanto especial.

Y por ese "algo especial" repetí con Modiano y elegí "Calle de las tiendas oscuras", la historia de un detective amnésico que emprende su investigación más importante: la de descubrir su pasado. Esta fue su sexta novela y le valió el prestigioso premio Goncourt. Después se llevó el Nobel ya en 2014.

Modiano transmite mucho con sus palabras. Tanto que a veces no importa tanto lo que está contando como lo que te hace sentir. La ausencia, la memoria y la identidad son temas que parecen recurrentes, al menos en las dos novelas que he leído, y me gusta cómo los aborda. Siempre me ha fascinado el funcionamiento de la memoria o me he preguntado si realmente llegamos a conocer a alguien de verdad cuando a veces ni nos conocemos a nosotros mismos. Y de eso tratan sus novelas: "En el café de la juventud perdida" todos intentan descubrir quién era Louki y en "Calle de las tiendas oscuras", el protagonista intenta descifrarse así mismo.

Dicen que el padre de Patrick Modiano pasaba mucho tiempo fuera porque viajaba a menudo al extranjero. Quizás eso despertó en el autor su interés por estos temas y me parece que tiene una forma muy buena de explorarlos, así que os animo a leerlo.



Agnès Martin Lugand

Agnes Martin Lugand


A esta autora llegué con la intención de leer "La gente feliz lee y toma café" porque se hablaba mucho de este libro, pero estaba prestado, así que elegí otro: "El atelier de los deseos" y me lo leí en un fin de semana si no recuerdo mal. Iris siempre ha querido dedicarse a la alta costura, pero su familia nunca la ha apoyado y ahora ha descubierto que su marido tampoco tiene mucha fe en ella. Así que decide dejar todo atrás y cumplir su sueño: viajar a París y conseguir entrar en el atelier de la gran Marthe. Una novela "feel good" rodeada de estilo y que engancha mucho.

Todavía no he conseguido leer "La gente feliz lee y toma café", pero en mi lista de próximas lecturas está "La vida vale la pena, ya verás", en el que la protagonista, de vuelta de Irlanda tras un desengaño amoroso, abre un café literario. Si es que los franceses y su amor por los libros son mi combinación perfecta.



Marie Gauthier

Marie Gauthier

La última autora francesa que ha llegado a mis manos es Marie Gauthier. Su novela "Vestida de Corto" está traducida por Nórdica Libros y ha sido galardonada con el prestigioso Premio Goncourt. En sus 120 páginas retrata el amor de verano, el primer amor. Es mi lectura actual, así que tendréis que esperar un poquito para la reseña, pero me está gustando su estilo. Además, me he enamorado de la faja de sirena que lleva el libro...



¿Qué tienen los autores franceses de especial?


Pues no lo tenía muy claro, simplemente que tienen un "algo" que me gusta. Pero después de este repaso creo que hay un patrón común: La elegancia, la delicadeza y a la vez la naturalidad con la que todos retratan la cotidianidad, las relaciones y los sentimientos que nos remueven. 

La excepción es Malzieu, claro, que te hace soñar con su mágica visión del mundo. Aunque también cumple a su manera con esta premisa, pues retrata su entorno pero con la fantasía de los ojos de un niño, convirtiendo todo lo que cuenta en un cuento maravilloso. A veces me recuerda al papel de Roberto Benigni con su hijo en "La vida es bella"...

Él es la fantasía, mientras de Modiano indaga en la melancolía del pasado. Gavalda y Foenkinos son más de recurrir a lo cotidiano y sus dificultades. Barbery sube el nivel intelectual de esa cotidianidad y Martin Lugand te da los finales felices. Es una forma simplista de resumirlo, pero espero que resulte lo suficiente atractiva como para despertar vuestra curiosidad por alguno de ellos.

Todos, eso sí, tienen el innato encanto francés...


¿Has leído a alguno? ¿Me recomiendas otro?




0 comentários

¿Me dejas tu opinión? Gracias