Mejores lecturas del primer trimestre del año

Pues ya hemos "gastado" el primer trimestre del año... ¿Habéis leído algo interesante? Yo sigo dejándome llevar por lo que me apetece en cada momento y, a veces, por el impulso que te despierta "lo nuevo" que está leyendo todo el mundo...


Enero

En enero, con el ansia del año nuevo y esas ganas que te entran de leerlo todo ya, leí un par de novelas, una novela gráfica y un recopilatorio de poesía. Llegaron muchas novedades a eBiblio y en cuanto vi "Más que una mujer" de Caitlin Moran, no me pude resistir. En esta nueva entrega de aquella trilogía que comenzó con "Cómo ser una chica", Moran ya está en la cuarentena, con casa, marido, hijas... Así que se cuestiona cuáles son los muchos papeles de la mujer en esta etapa de su vida. Y plantea cada capítulo por horas, dando a entender lo multitasking y multifacéticas que somos, no ya a lo largo del tiempo, sino en un solo día. Así, aborda temas como el cuerpo y la autoestima, ser madres, la relación con los hombres y el feminismo, entre otras cuestiones, con su particular acidez e ironía. Me ha encantado y lo he "subrayado" un montón.

Nuestros nombres olvidados

Para aligerar un poquito tiré después hacia la novela gráfica con "Nuestros nombres olvidados", de Carmen y Laura Pacheco. Una preciosa fábula ilustrada sobre los tradicionales roles que se le han asignado a la mujer a lo largo de la historia y con un mensaje final de libertad para las próximas generaciones. Una maravilla.

Animada por los entusiastas comentarios que Juan Naranjo dedicó al libro, me fui corriendo a eBiblio otra vez para empezar con "Las herederas" de Aixa de la Cruz. Yo ya había leído "Cambiar de idea" y sé que me gusta el estilo de la autora. Este "Las herederas" es más florido quizás, más lírico, más complejo, pero igual de directo. 

Cuenta la historia de cuatro chicas, que son familia, y heredan la casa de la abuela, recién fallecida. Allí afloran los miedos, preocupaciones y traumas de cada una de una forma muy catárquica, como si la casa lo canalizara todo. En el aire flota además el misterio, la magia, como si nos remontásemos a la mujer como bruja sabia de la Antigüedad. A veces se me ha hecho más pesado pero, aún así, no he podido dejar de leerlo porque te atrapa la historia de cada una, cómo se relacionan entre sí y con la casa.

Terminé el mes leyendo una edición bilingüe para alumnos de instituto de poemas de Walt Witman: "Oh, Capitán". Estudié al autor en Literatura de Bachillerato, hace miles de años. Mi profesor lo alababa mucho, pero yo nunca leí nada más allá de los poemas sueltos que veíamos en clase, así que esta edición me pareció una buena forma de "entrar" a su mundo. Y no ha estado mal, ha sido una lectura interesante. Es una colección breve de poemas donde podemos ver una representación de lo que era su imaginario recurrente. Además, me gustan las ediciones bilingües: siempre me parece muy difícil traducir e interpretar poesía y tener al lado el original te puede dar una mejor idea de ese esfuerzo.


Febrero

Trenza del mar esmeralda

Ya en febrero, me encontré con un libro que, en su momento, tuve muchas ganas de leer porque era de estos que estaba en todas partes, todos el mundo lo leía, parecía que tenía buenas críticas... Hablo de "La hija de Robert Poste", pero siento decir que a mi no me ha gustado especialmente. No le he visto la gracia, no he conectado nada con la protagonista... Que se queda huérfana, se va al campo a poner patas arriba la vida de los familiares que tiene allí y luego se va a seguir con su vida, sin más. Quizá debí de haberlo leído años atrás, cuando sentía ese impulso por leerlo, porque ahora...

Siguiendo ese mismo impulso me animé después de "Trenza del mar esmeralda", la última novela de Brandon Sanderson y mi primera incursión en su mundo. Sé que tiene muchos seguidores, que está muy bien considerado por su alta fantasía y tal, pero sus libros me dan un poquito de miedo y también de agobio por no saber por dónde empezar con ellos.

Sé que esta novela se sale de lo habitual en él. Es una historia que escribió para su mujer, inspirado por "La princesa prometida", y que tiene un corte más infantil, pero para mi ha sido una buena entrada a su universo. Me parece que construye un mundo muy original, con una historia muy entretenida que me recordó a las clásicas aventuras que lees cuando eres peque. Sí, la he disfrutado mucho, la verdad: su forma de contar la historia, sus elementos mágicos, su protagonista, sus mensajes...

Trenza es una chica que vive en una región de la que no está permitido salir... Hasta que el amor de su vida acaba en manos de la Hechicera y ella está dispuesta a embarcarse en una gran aventura para rescatarlo. Y además la edición es preciosa.


Marzo

La venganza de los bibliotecarios

En marzo tuve menos tiempo para leer por cuestiones de trabajo, así que dediqué todos mis esfuerzos en el libro que recibí por parte de Babelio para reseñar: "Erentsa. Verano de 1997", de Txema Asencor, que tiene la reseña por aquí.

A ratitos y en audiolibro me pude terminar "Elogio de la lentitud" de Carl Honoré, libro de los 2000 en el que se analiza el "Movimiento Slow" y sus diferentes vertientes: desde la vida personal, pasando por la comida o la ropa, hasta el día a día de las ciudades. Este movimiento aboga por reducir la velocidad a la que nos movemos por la vida y hacer las cosas a nuestro propio ritmo. Se nota que ha pasado el tiempo por el libro, pero su lectura está muy bien para entender las bases del "slow living".

Antes de que comenzase mi locura de mes de marzo necesitaba algo para desconectar un poco y elegí "La venganza de los bibliotecarios" de Tom Gauld. Una simpática colección de viñetas en torno al mundo librero, en el que además se incluyen chistes en torno a la pandemia. Tiene viñetas geniales, así que cumplió su propósito: desconecté, me reí y eché un buen rato para entrar en el siguiente trimestre con ganas renovadas de seguir leyendo.


¿Qué tal vuestro trimestre lector?




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