Año nuevo, metas nuevas


La pregunta del millón este año es: ¿Cómo recuperamos las ganas que nos ha quitado 2020?

Una buena forma de empezar a recuperar la ilusión es elegir una palabra o frase para tu año. Algo en lo que quieras centrarte o que te anime. Un año elegí la frase "Hacer más lo que me gusta" y la tuve pegada en mi escritorio para verla cada día. En 2019 elegí la palabra "equilibrio" porque quería trabajar en el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y cuidado de los amigos. ¿Ves por dónde voy?

"Esperanza" quizás sea una buena palabra para este 2021...




¿Ya tienes propósitos?

Seguro que cada año escribes una amplia lista de propósitos que en febrero se quedan en eso, en un trozo de papel más. ¿Por qué nunca cumplimos con el tan repetido aprender inglés o dejar de fumar? Porque decir que este año queremos aprender inglés sin más no va a hacer que nuestro deseo se materialice y nos volvamos bilingües mágicamente. Te voy a contar cómo se hace. Y lo primero que necesitamos es una motivación y un plan.

Esto quiere decir que en lugar de poner en tu lista "aprender inglés" tendrás que concretar más o no vas a cumplirlo nunca.

Quiero aprender inglés PORQUE... y aquí incluyes tu motivación. ¿Qué te va a motivar a estudiar el idioma?:
  • porque te gusta una persona inglesa
  • porque quieres viajar a tal país
  • porque quieres poder hablar con tal amigo inglés
  • porque quieres poder intercambiar tuits sin tener que recurrir al traductor

Una vez tenemos la motivación, necesitamos un plan. Tienes que incluir el "aprender inglés" en tu rutina diaria para que se vaya convirtiendo en un hábito. Seguimos con el ejemplo:

Quiero aprender inglés porque quiero viajar a Irlanda y PARA CONSEGUIRLO... ¿Cuál es tu plan?:
  • voy a dedicar todos los días media hora o 15 minutos a Duolingo
  • o a leer noticias en inglés de tal tema que me interesa sin ayuda del traductor
  • o a ver X serie que me encanta con subtítulos en inglés
  • o a escuchar tal podcast

Y una vez que tienes tu propósito bien construido, lo añades a tu agenda o método que utilices para organizarte. Así lo vas incorporando poco a poco a tu vida en lugar de dejarlo en el limbo de los propósitos jamás cumplidos. Al principio te costará, claro, porque necesitas crear el hábito, pero para eso está la motivación, para que no te rindas. Si aplicas este sistema a cada uno de tus propósitos, seguro que te costará menos cumplirlos.

Eso es lo importante: el sistema que creas para llegar a ese objetivo y no tanto el objetivo en sí. Digamos que el objetivo es la brújula que marca hacia dónde tienes que dirigirte y el sistema es el camino. Y tienes que disfrutar de él, en lugar de pensar que sólo serás feliz cuando alcances ese objetivo. Porque no se trata de comparar el lugar en el que estás con el lugar al que quieres llegar, es al revés: Tienes que medir tu progreso comparando el lugar en el que empezaste con el lugar en el que estás; el inglés que sabes ya (un mes después, quizás) en comparación con el inglés que sabías cuando empezaste a recorrer el camino. ¿Me explico?

Yo he ido aprendiendo inglés por mi cuenta con el paso de los años. En el instituto era tan pobre el nivel que tuve que abandonar las clases de la universidad porque no podía seguirlas. Desde entonces, he leído y traducido noticias, visto series y películas en inglés, he practicado con aplicaciones de idiomas, escuchado podcast y programas en inglés... Hace unos tres años leí mi primer libro de verdad en inglés y al año siguiente decidí leer una novela con sus 400 páginas. Ahora leo un par de libros o tres en inglés al año y me doy cuenta de que cada vez entiendo más cosas, en comparación con el nivel que tenía cuando empecé.

Por cierto, en su día ya comenté cómo empezar a leer en otro idioma, por si te interesa :)


¿Y si no tengo un plan?


El 2020 nos ha demostrado que no podemos planear toda nuestra vida porque nunca sabemos lo que puede pasar. Si eres de los que no quiere atarse a nada, también hay una forma para ti de plantearse nuevos propósitos.

Aunque nos han dicho que los propósitos "válidos" tienen que ser medibles y todas esas cosas, lo cierto es que no es necesario ponerse tan técnico porque todos, aunque no sea de manera consciente, tenemos objetivos, queremos conseguir algo. En 2016 puse en práctica este ejercicio que lo demuestra:

Escribí mis propósitos en tiras de papel y las guardé todas en un bote: Conocer gente nueva, dibujar más, conseguir trabajos como freelance, etc. Verás que no me senté a especificar: quiero conocer a 6 personas en un año o conseguir dos encargos en el próximo mes... Cuando acabó el año y llegó el momento de hacer balance, saqué todos los papelitos, los pegué en una hoja y fui escribiendo al lado de cada uno lo que había conseguido.

Resulta que me había ido bastante bien: había conocido gente nueva, había vuelto a dibujar y hasta abrir una tienda con mis diseños, y también conseguí algunos trabajos como freelance. Es un método que no te impone presión y además te deja un sabor de boca positivo de cara al próximo año cuando ves todo lo que has conseguido y prácticamente de forma natural... ¡Porque no te has dado ni cuenta!
 
¿Cómo vas a plantearte su objetivos este 2021?








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